La oferta y demanda de los servicios turísticos experimenta una fuerte contracción debido al temor de los turistas de visitar nuevos lugares y no saber si su destino cuenta con las normas de bioseguridad que le garanticen una estadía satisfactoria y libre de peligros de infección.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) bioseguridad es un conjunto de normas y medidas para proteger la salud de las personas, frente a riesgos biológicos, químicos y físicos a los que está expuesto en el desempeño de sus funciones y proteger igualmente al medio ambiente. Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas para Agricultura y la Alimentación (FAO) la califica como, un enfoque estratégico e integrado para el análisis y la gestión de los riesgos relativos a la vida y la salud de las personas, los animales, las plantas y los riesgos conexos al medio ambiente. [Leer más]
En este sentido y en el contexto de la actual pandemia, que ha provocado, confinamientos, horarios especiales y restringidos de atención y el cierre temporal de empresas, tienen como consecuencia que las personas, trabajadores y dueños de negocios se replanteen e innoven en formas seguras y confiables de hacer negocios y ofrecer productos, bienes y servicios a los consumidores. El sector turístico nicaragüense no es la excepción.
Los negocios turísticos desde el más grande, hasta el más modesto ha tomado conciencia que su negocio debe estar acompañado de un fuerte y riguroso protocolo de bioseguridad que resguarde la integridad y salud de sus trabajadores y de los turistas.
Hoteles, restaurantes, centros de entretenimiento, hospedajes, balnearios, touroperadoras y otros, han adoptados protocolos como el uso correcto y obligatorio de mascarilla por el personal y visitantes, el distanciamiento físico, el lavado frecuente de manos, el uso de alcohol gel, la desinfección previa y posterior al uso de los espacios como normas de seguridad primarias.
CANATUR ha sido un gran impulsor entre sus socios en la implementación de los protocolos de bioseguridad. Igualmente, y viendo el contexto como una oportunidad de mejora, trabaja con organismos internacionales para la creación de una certificación científica y segura que deben ser asumidas por los establecimientos frente al COVID-19, para lo cual los negocios deberán adoptar, o ya lo han hecho, una serie de requerimientos para contar con dicha certificación, que brinde garantía y seguridad a sus huéspedes y visitantes.