[image animation=”left-to-right” size=”dont_scale” align=”alignright”]https://www.canatur-nicaragua.org/wp-content/uploads/2015/05/Cañón-de-Somoto-28-e1431530094943.jpg[/image]La Cámara Nacional de Turismo de Nicaragua (CANATUR) les contará una historia fascinante de un guía turístico del Cañón de Somoto, que se gana la vida como guía desde los 15 años. Los guías turísticos en Nicaragua son de suma importancia, porque gracias a ellos los turistas son cautivados con sus palabras para que conozcan y admiren las bellezas de nuestro país.
Anastasio Martínez, es un guía turístico de 50 años de edad, alto, delgado, ojos café claro y piel ligeramente morena. Por amor abandonó su ciudad natal León, para establecerse en la comunidad La Papaya, en el municipio de Madriz. Ahora tiene cuatro hijos, de los cuales tres estudian y uno, al igual que él, es guía en el mismo lugar.
La fascinación que provoca a los turistas recorrer el cañón y la facilidad con la que Martínez se desplaza por esa zona de rocas inmensas y aguas verdes profundas, lo motivó a combinar su trabajo de agricultor con la de guía turístico en el Cañón de Somoto.
“Para mí es impresionante este trabajo, porque te relacionas con los turistas. Me gusta servirles cada vez que vienen, no tanto por el pago que me dan, sino por enseñarles el lugar y ver la cara de felicidad cuando regresan a casa”, confiesa.
Un recorrido corto al Cañón de Somoto, dura entre dos y tres horas, mientras que uno largo, que puede incluir visitar el punto donde se juntan los ríos Comalí, de Honduras, con el Tapacalí, y nace el Coco. Para hacer este “tour” hay que seguir tres kilómetros más sobre la Panamericana, bordear el Cañón, y luego adentrarse en la montaña rocosa.